000 01676nam a2200397Ia 4500
008 210312s9999||||xx |||||||||||||| ||und||
020 _a84-344-2858-X
040 _aIMDF
040 _bspa
040 _cSemujeres CDMX
041 _bspa
082 _a305.42,B425
100 _aBel, María Antonia
_95007
245 _aLa historia de las mujeres
260 _aBarcelona
260 _bAriel
260 _c2000
300 _a222 p.
650 _a HANNAH
_93319
650 _aARENDT
_92780
650 _aCONDICION DE LA MUJER
_9172
650 _aEDAD MEDIA
_92426
650 _aFEMINISMO
_9326
650 _aGOBERNADORAS
_95008
650 _aHISTORIA
650 _aIGLESIA
_9541
650 _aIGUALDAD
_936
650 _aMATRIMONIO
_9332
650 _aMUJERES
_9135
650 _aREVOLUCION
_91802
650 _aSIGLO XVII
_92947
650 _aSIGLO XVIII
_92948
942 _cBK
999 _c19076
_d19076
520 _aEn las últimas décadas, los análisis históricos han tomado conciencia de que la historia puede estar constituida por hechos, pero no consiste sólo en ellos. Los hechos son su materia prima, pero son también producto de la voluntad humana, libre y regida por ideas (significados) y sentimientos. Por ello, muchas de las materias olvidadas se han convertido en parte obligada de la propia historia. La historia de la mujer puede observarse de forma distinta a la convencional desde estos nuevos parámetros. Frente a la frialdad del dato político, económico, social... se puede reivindicar la dimensión humana de unos problemas que, a fin de cuentas, fueron humanos, entendiendo por humanos a los realizados por mujeres y hombres.